Primer día:
Nos levantamos a las 8:00 am con unas bonitas vistas y saludamos a Misimisi, (gato que resulto ser gata embarazada) huésped vip del hotel.
Una vez estamos todos, entramos a desayunar: amazing. Después Raquel, una guía del Parque Nacional, nos dio una charla improvisada y nos acompañó a hacer una pequeña rutita por una acequia, algo muy importante para la alpujarra.
Cogemos la furgo y mientras subimos, paramos en el área recreativa Hoya del Portillo, donde nos comimos una manzana cultivada en nuestro maravilloso hotel. Volvemos a coger la furgo y llegamos a la zona de alta montaña, donde paramos a comer. Descansamos otro rato y esperamos a que se mueva una nube que nos tapa la vista. Bajamos al rio y Manuela y Vane nos explican cómo funcionan los muestreos: físico - químico, caudal y macroinvertebrados. Al terminar limpiamos de la forma correcta el material y regresamos a la furgo. En el trayecto de vuelta pudimos ver un mochuelo, un rebaño de cabras montesas macho y una familia de jabalíes.
Segundo día:
Comenzamos con el desayuno y elegimos bocadillos para el picnic. Posteriormente nos dirigimos al punto de muestreo (La cebadilla), una vez organizado el material y equipos procedemos a la caminata hasta el primer punto (el más alto del día), en el cual pudimos poner en práctica lo aprendido el primer día. Seguidamente, y con los datos ya recogidos, procedimos a ponernos en marcha para llevar a cabo el segundo muestreo, el cual fue un poco más dificultoso, pero salimos con éxito y con las conclusiones esperadas.
Durante la caminata para llegar al segundo punto tuvimos la suerte de poder conocer el punto de vista y experiencia de un pastor, José Luis, conocido como "El vaquero" (apasionado por su trabajo) en el Parque Nacional de Sierra Nevada, de la cual salimos un poco pensativos por el cambio de costumbres y trabajos en un periodo de tiempo relativamente corto.
Para concluir el día llegamos al hotel donde llevamos a cabo el último punto de trabajo, la limpieza, pero con un bañito en la piscina de recompensa. Acabamos el día yendo a la fábrica de chocolate "Abuela Ili" y dando un paseo por Capileira. Mientras tomamos algo en una terraza vemos lo que parece un meteorito.
Tercer día:
Comenzamos el domingo con otro desayuno increíble y nos preparamos para ir los puntos de muestreo del río Trevélez. Durante el viaje jugamos a un juego para no marearnos con las curvas y conocernos más. Llegamos con la furgo y nos ponemos en marcha, caminando por una calzada romana. Vamos fijándonos en las aves y flora del camino para poder hacer una lista al final de la semana. Llegamos al primer punto de muestreo y observamos que está todo muy alterado debido a una crecida que hubo este verano pasado. Durante el muestreo oímos cascabeles a lo lejos, llegan las vacas. Pasa al lado nuestro un grupo de pastores a caballo con su rebaño. Volvemos a la furgo donde comemos un riquísimo bocadillo de jamón y queso. Terminamos el muestreo en el segundo punto y vamos al pueblo de Trevélez a coger energía con un café. De vuelta a Capileira paramos en Pampaneira. Ahí entramos en un telar de jarapas hechas a mano donde podemos ver en directo cómo las tejen. Damos un agradable paseo por el pueblo y sus cuestas y nos hacemos unas fotos para el recuerdo en los rincones del pueblo.
Día cuarto:
Esta mañana, como siempre, nos hemos deleitado con el opíparo desayuno del hotel. Estuvimos en la puerta del comedor listos para desayunar a las 7:30 de tantas ganas que teníamos. Había huevos revueltos, beicon, frutas variadas de la huerta Granaína, zumo de naranja natural, cruasanes, tostadas de diferentes panes, jamón serrano secado en Trevélez, quesos, yogur, mermeladas caseras…
Después cogimos las mochilas y los utensilios de muestreo y nos fuimos en la furgoneta a la primera parada: Cañar. Allí nos encontramos con la arqueóloga Elena, el presi Fran y el acequiero Paquirri. Elena nos contó que está haciendo un proyecto sobre las acequias gracias a la Universidad de Granada, que son la herencia andalusí que nos ha quedado. Los árabes, cuando llegaron a la Alpujarra, hicieron acequias para que el agua de Sierra Nevada recorriese las tierras y los pueblos. De esta forma, la aprovechaban por la región en lugar de perderla y la utilizaban tanto para la agricultura como para la ganadería.
Elena, Fran y Paquirri nos llevaron a dar un paseo por la montaña para ver el sistema de acequias. También vimos los pisos climáticos de zona, abajo había encinas, por la mitad había robles y arriba había pinos y en lo alto del todo solo había matorrales. Finalmente nos llevaron a un mirador desde el que se ve el mar y nos contaron que incluso en días claros se divisa África.
Después nos fuimos en la furgoneta a Pinos Genil a comernos los bocatas y a tomar algo porque nos pillaba de paso para el siguiente destino: Güéjar. Al llegar, nos encontramos con un lugar precioso, la verita del río Genil, donde hicimos los muestreos, que como cada día son físico-químico, caudal y macroinvertebrados. De lo bonito que era, nos dieron ganas hasta de meternos en el río a darnos un chapuzón, algo que Santi casi logra.
Quinto día:
Nos levantamos tiesísimos a las 7:30 a desayunar, tras lo cual preparamos nuestras cosas para irnos, pero esta vez sin material. Manuela no quiere desvelarnos a donde vamos para variar, pero la actividad fue una sorpresa bastante chula. Fuimos a terminar y acondicionar una charca para anfibios y reptiles en Lanjarón junto a la asociación brutal, tras lo cual subimos hasta el jardín botánico que habían preparado con la ayuda de la gente del pueblo, nos explicaron sus proyectos para convertir la finca en un banco de semillas y centro de recuperación de especies entre otras cosas, y algunos aprovechamos para coger castañas del suelo a montones.
Después de una mañana haciendo de albañiles y viendo diversas previsiones de vientos fuertes en la Sierra, nos dirigimos camino al Veleta y el día mejora, después de muchas curvas llegamos a Sierra Nevada por la cara norte, hacemos una paradita táctica en el albergue universitario para comer y nos encaminamos al Veleta, donde vimos a un quebrantahuesos joven super emocionados.
Después de hacer las fotos reglamentarias volvimos dirección a Capileira y escuchamos diversas historias de ruinas de peña en el camino, aunque algunos estábamos dormidos o tiesos por tanta curva.
Por fin, cuando llegamos nos duchamos, cenamos, compartimos nuestros salseos y a dormir.