DÍA 1: SUBIENDO POR EL GERBER
Nuestro primer día completo en Aigüestortes comienza en el Alberg Les Daines en Espot donde, igual que las próximas tres mañanas, nos recibían con el desayuno para coger fuerzas.
El trayecto en la furgo, con una parada "fugaz" a recoger los bocadillos, nos lleva a La Peülla donde tras una larga y empinada caminata conseguimos subir los materiales entre todos para el primer muestreo. La travesía fue amenizada con algunas paradas para coger aire y ver bichitos por el camino con las explicaciones de Nerea y Jaime.
El primer gran descanso fue en el punto de muestreo del río Gerber que se convirtió en nuestra primera toma de contacto con los análisis de caudal, físico-químico y macroinvertebrados. Como recompensa, terminamos con un gran bocata y galletas rodeados de unas vistas increíbles.
La subida continuó hasta el Estany de Gerber, donde volvimos a descansar del calor viendo los pececitos para prepararnos para volver a la furgoneta. En la bajada escuchamos una marmota pero tras una larga búsqueda con prismáticos solo conseguimos ver un sarrio con su cría.
El primer tramo del trayecto en furgo fue corto para llegar a la cascada del Gerber, y coger aire fresco.
Tras un gran primer día volvimos al albergue, donde Darío nos recibía con la cena y una enorme sonrisa. Jaime nos habló de murciélagos y su comunicación mediante una demostración con una app y un aparato que registra los tipos de sonidos que emiten.
DÍA 2: FIESTA DEL FANGO FANGUETE
Es lunes y suena el despertador. Había que coger fuerzas para todo lo que se venía. Salimos del albergue y comenzamos la ruta. 9:30h y ya hacía calor, pero no pasa nada, un poco de AGÜITA y pa’lante. Al principio, el camino era suave y agradable, pero luego teníamos que atravesar innumerables canchales, aunque las vistas merecían mucho la pena: Lagos glaciales, torrentes, bosques de pino negro, pino silvestre, abedul, y abetos, entre otros, que reflejaban la típica foto del libro de conocimiento del medio. Esas paradas para observar bichos, descansar las rodillas, echar cremita y alguna que otra foto también se agradecía, al igual que las “preguntas de examen”, en las que Andrea siempre adivinaba si un insecto era macho o hembra o si aquello a lo lejos era un NEVERO.
A mitad de camino nos topamos con la mariposa Apolo y el escarabajo verde cazador, además de alguna que otra lagartija roquera. Pasamos por varios lagos, entre los que cabe destacar el Lago Negro (Estany Negre). Después nos esperaba un rico menú en el Refugio de Josep María Blanc. Y luego un café al solecito, frente al Estany Tort de Peguera. Ya con la panza llena, nos disponemos a bajar toda la cuesta que habíamos subido por la mañana, sin entretenernos mucho porque después había que MUESTREAR en el río. El cansancio de todo el día no nos dejó ser muy productivos, el análisis de físico-químicos hubo que repetirlo varias veces y además el frío empezaba ya a invadirnos, sobre todo a Cristina, que se resbaló de culo en el río al coger la muestra. Pero al final, conseguimos acabar rápido y con éxito gracias a la paciencia de nuestros monitores.
De vuelta al albergue a darnos una duchita y cenar algo rápido, porque a las 22:00 habíamos quedado con Gerard para ver las trampas, con previo aviso de llevar frontales y calzado que se pudiera manchar, porque igual había un “UN POCO DE FANGO”. Tras adentrarnos en el tremedal de gramíneas, hierba algodonera y brecina, nuestro querido Gerard nos advierte: HAY UN POCO DE FANGOTE. Dicho esto, vamos siguiendo en fila a Gerard y comenzamos a combrobar las trampas. Alguna que otra se nos complicaba por el acceso, pues teníamos que ir HACIENDO TROCHA para abrir camino y llegar a ellas. No obstante, encontramos un ratón de campo y un lironcillo careto, que ya se habían zampado su ración de comida correspondiente: bola de atún con harina y trozo de manzana.
Gerard se adentraba en el extenso campo de macolla cual JABALÍ IBÉRICO, pero eso no era problema para él, pues es un gran aficionado y autóctono del lugar. En cambio a Irene, se le dificultó un poco, pues tuvo un pequeño percance y quedó atrapada en el FANGO: las chanclas hicieron ventosa y quedaron sumergidas, pero con la ayuda de Nerea y sus palos todo quedó en una anécdota. Ya se nos hacía tarde y había que revisar las últimas trampas (vacías). El hombre volvía a repetir: CUIDADO, PARECE QUE HAY UN POCO DE FANGUETE. Una vez más, la risa escandalosa y contagiosa de Andrea nos acompañó todo el rato e hizo más amena la vuelta a la furgo.
DIA 3: ESCUCHANDO HISTORIAS POR SANT MAURICI
Comenzamos de buena mañana con algo de madrugón, pero merece la pena por revisar de nuevo las trampas de micromamíferos con Gerard, esta vez de día por lo que habrá menos incidentes. Repetimos capturas de ratón de bosque (Apodemus sylvaticus), siendo la ratona que ya calló en la trampa la noche anterior (se ve que tiene hambre) y nos sorprende un pequeño lirón careto (Elyomis quercinus) que nos asciende a 3 especies las que hemos podido ver en estos muestreos de micromamíferos por las zonas pantanosas cercanas al parque. Después de los muestreos, Gerard nos enseña el centro de educación ambiental en Son, donde debatimos sobre distintos temas controversiales que afectan al parque y nos preparamos para la ruta que nos espera.
Tras estos éxitos mañaneros nos dirigimos al lugar más conocido del parque nacional, el Estany de Sant Maurici, donde se acumula gran cantidad de turismo. Nosotros vamos de ruta guiada con Gerard, que nos explica un sinfín de cosas relacionadas con la geología del parque, su historia y origen, y los diversos valores ambientales y culturales que alberga, así como un par de recetas silvestres que podemos realizar en caso de extrema necesidad.
Terminamos la ruta en el Ibón de Ratera donde comemos, agradecidos por la parada, puesto que ya se acumula algo de cansancio por las rutas que hemos hecho. Pero no tenemos mucho tiempo para descansar, tras la comida y la bajada de vuelta al aparcamiento, nuestras voluntarias realizan encuestas de satisfacción sobre el parque a los turistas que bajan de Sant Maurici, realizando así una labor de educación ambiental y de toma de datos para el parque, pudiendo así mejorar la gestión y experiencia de los visitantes. Para terminar la tarde, nos disponemos a realizar nuestro último muestreo, con un acceso complicado que genera vértigo en los más valientes, y algo de lluvia para aliviar el calor mientras se muestrean macroinvertebrados, damos por finalizados los muestreos y nos dirigimos al alojamiento para tener nuestra merecida cena y algo de descanso, puesto que al día siguiente partimos de vuelta a Madrid, con algo de pena y la ilusión de haber compartido estos días juntos.