Guadarrama, entre naturaleza y explotaciones humanas

En el Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama descubrimos que, en un paraje natural, pueden convivir una explotación maderera, áreas recreativas y un vergel de bichejos y naturaleza. Durante el campo de voluntariado, nuestros voluntarios y nuestras voluntarias, se calzaron las botas y las ganas de explorar para descubrir los misterios del monte de Valsain y reflexionar sobre cómo disfrutar de nuestro entorno desde el respeto.

Día 1: Llegada a Segovia

El viernes 26 por la tarde, los voluntarios llegaron desde distintas partes de España a Segovia, los monitores fuimos a recogerlos a la estación mientras nos contaban su viaje hasta esta provincia perteneciente a la comunidad autónoma de Castilla y León. Una vez en el albergue Areva, realizamos una charla para explicar el cronograma y explicar las actividades y muestreos que haríamos a lo largo de los días. Por la noche, tocaba cena en La Yeguada y conocernos un poco.

 

Día 2 y 3: Entre la sensibilización y el muestreo

El sábado 27 por la mañana, los voluntarios visitaron las exposiciones temáticas de los montes de Valsaín, declarados en 2013 Reserva de la Biosfera del Centro de Interpretación Boca del Asno  y además, en el área recreativa, desarrollaron actividades de sensibilización ambiental con los visitantes del área recreativa y encuestas para conocer los conocimientos de los usuarios.

Estas actividades ayudaron al personal del parque y a los propios visitantes, la entrada del Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), el reglamento que regula las actividades y usos en el territorio del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama que, entre otras cosas, no permite el baño en el rio y los arroyos del Parque. Además, dimos a conocer los efectos negativos que tiene hacer presas y corralas en el río, como la pérdida de calidad de las aguas, la disminución del oxígeno disuelto, cambio de la fauna y la flora del río, etc.

Al día siguiente realizamos sensibilización ambiental en el área recreativa de Los Asientos además de encuestas y actividades de educación ambiental.

En ambos días, después de comer, los voluntarios se enfrentaron a su primer muestreo, ayudados por los dos técnicos de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), Sylvia y Alejandro. El sitio elegido para explicar el protocolo de muestreo y posterior recogida de muestras fue el Arroyo del Telégrafo, a la altura del cargadero de Minguete.

Tuvimos la gran suerte de conocer la fauna con la que nos encontraríamos durante la semana, como una libélula tigre (Onychogomphus forcipatus) poniendo huevos en la orilla del río, o un gran número de renacuajos. El domingo les tocó el turno a los voluntarios, ¡y vaya si se aprendieron la lección! Muestrearon escrupulosamente uno de los muchos puntos del río Eresma, tomándose bastante tiempo en aprender a diferenciar los macroinvertebrados muestreados.

 

Día 4: Conocemos al director del parque nacional y seguimos con los muestreos

Además de muestrear otro punto del río Eresma y otro del Arroyo Minguete, cada vez con más soltura, pudimos charlar con el director del Parque Nacional de Guadarrama, Javier Donés.

Con él, los voluntarios aprendieron sobre gestión, convivencia vecinal con un parque, historia de Valsain y cómo ha afectado la explotación maderera al monte de Valsain.

La visita terminó con la visita y las explicaciones necesarias para dar la importancia necesaria de proteger el patrimonio histórico como esta aserrería de vapor del S. XIX.

 

Día 5: Las nuevas generaciones de Valsain se suman a la lucha

El martes 30 pasamos una gran mañana con los peques del Albergue Areva. Los voluntarios desarrollaron una actividad de educación ambiental para enseñarles la fauna y flora presentes en los ríos, y las alteraciones que representa construir corralas en el río o represarlo.

¡Nos quedamos con su entusiasmo para trabajar a favor del medio ambiente!

Por la tarde seguimos con nuestro trabajo de muestreo para conocer la calidad del agua del Arroyo del Puerto. Estos trabajos son muy importantes a la hora de recolectar datos para ver cómo afecta el cambio climático a nuestros parajes naturales.

 

Día 6: Visita al entorno

Este día nos levantamos con ganas de recorrer cerros y conocer el entorno, y gracias a Julio, trabajador del CENEAM, descubrimos la historia, ecología, gestión, sistema de vigilancia del fuego y todo lo que cabía en el paisaje que veíamos desde el cerro Matabueyes.

 

Por la tarde continuamos con nuestro trabajo de muestreo en el primer punto del arroyo Peñalara. Allí descubrimos varias salamandras que nos entusiasmaron.

 

Día 7: Conocemos la gestión de la conservación en el parque nacional

Por la mañana pudimos conocer a Marisol Redondo, bióloga y técnico del Parque Nacional de Guadarrama. Con ella descubrimos el esfuerzo que hacen los trabajadores de parques para inventariar, proteger y gestionar toda la fauna y flora de nuestros Espacios Naturales.

Para continuar con nuestros trabajos de muestreo, elegimos dos puntos, uno en el arroyo Peñalara y otro en el río Eresma. Aquí pudimos comprobar la problemática que existe con las especies exóticas invasoras, como el cangrejo señal (Pacifastacus leniusculus) o el visón americano (Neovison vison). Estas especies compiten con las especies autóctonas, a menudo, relegándolas o, incluso, extinguiéndolas.

 

Día 8: Visita a la Casa del Águila y Pedraza

Este día lo dedicamos a ver otras figuras de protección existentes en los límites del Parque, y, para ello, visitamos la Casa del Águila Imperial en Pedraza. De la mano de Juan, descubrimos este importante centro de educación ambiental. Luego, guiados por Nacho, descubrimos una ruta que suelen usar en el centro. Después de una mañana muy divertida descubriendo como podemos hablar de ecología, fauna y flora, y el medio natural en actividades de educación ambiental, visitamos la ciudad de Pedraza.

 

Día 9: Sensibilización ambiental como despedida

Este día fuimos al área recreativa de La Panera, en El Espinar, para concienciar a los usuarios y ligar los conceptos de disfrute en la naturaleza con el respecto a esta. Algo muy importante en las zonas masificadas, donde generalmente se nos olvida que sin este respeto no podríamos disfrutar de estos parajes.

Y, por la tarde, ¡por fin muestreamos el último punto! Con el último punto del río Eresma y el último punto del voluntariado ya pudimos descansar con la satisfacción del trabajo bien hecho. Toda una inyección de moral para nuestros voluntarios que nos ayuda a seguir luchando por mantener este planeta en el que vivimos.

 

Dia 10

Último día en el que madrugamos para acercar a los voluntarios a Segovia, despedirnos y con suerte, vernos en el próximo voluntariado.